El 23 de junio de este mismo año comenzó a cavarse lo que parece la tumba de la Unión Europea. En dicha fecha tuvo lugar el referéndum que ha cambiado la historia reciente del Reino Unido. El 51'9% casi 17'5 millones de personas votaron por la salida de la UE mientras que el 48'1% optaron por la permanencia. Esta victoria del sí ha puesto a trabajar a los ingleses que ya han hecho las maletas aunque no será hasta 2017 cuando se produzca la salida oficial y los problemas comiencen a llegar.
Y ahora, otro duro golpe para una Unión Europea muy enferma. Italia está patas arriba tras el NO rotundo a Mateo Renzi (hasta antes de la votación presidente del país) ante la propuesta del mismo de realizar un profundo lavado de cara a su Constitución. La situación económica y política es un caos. Esto ha llevado a querer realizar otro referéndum para salir del euro y resucitar a la vetusta lira italiana.
Todos los dolores de cabeza se centran en Bruselas. Hay miedo de que se harten de ayudar otros países con rescates que deterioren su economía (no estamos para tirar cohetes) y quieran protagonizar su propio Brexit o crear otras instituciones independientes de la "coja" UE. En Italia se ha promovido una campaña multitudinaria bajo el lema o hashtag #Italexit y #Quitaly. Quizás no se llegue a tal extremo pero... ¿y si sí?
Lo que los expertos afirman y deducen de la posible caída de la UE es que el mundo se quedaría en una situación mucho más inestable y peligrosa -y más ahora en el contexto en que nos encontramos, azotados por el terrorismo- que la actual como sucedió durante el principio del s. XX antes del nacimiento de la misma que ahora puede morir. Tendremos que esperar y ver si la conseguimos reanimar.
Fdo: PABLO, Maristas Ourense
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