Siempre es duro volver a empezar a trabajar tras un gran parón por diversos motivos, aunque el más habitual sean las vacaciones. A veces, lo exageramos un poco buscando alejarnos otra vez del "curro" pero lo cierto es que el síndrome postvacacional está registrado por los psicólogos como eso mismo: un síndrome.
Tras las vacaciones de verano que son las habitualmente más largas, más del 30% de la población activa española suele sufrir esta depresión. Esto se traduce en una falta de energía constante y concentración a la hora de realizar las tareas o incluso dolores de cabeza. Y... ¿a qué se debe? pues puede venir por distintos motivos. Uno de ellos es el perfil de trabajador que trabaja en un ambiente desagradable, en un trabajo que no le agrada para nada y/o que tiene menor resistencia a la frustración que digamos una persona normal. Otro, y el más obvio, es el cogerse unas vacaciones demasiado largas pues nos llevan a desconectar demasiado y nos pueden llevar a acostumbrarnos a la "vida de rey".
Para que no os vuelva a ocurrir esto os traigo 7 consejos muy útiles:
- Levantarse pronto unos días antes de reincorporarse: de esta manera, al trabajador le resulta más fácil la vuelta al día a día, ya que se adapta con anterioridad a los horarios habituales.
- Volver de vacaciones unos días antes: al igual que la medida anterior, esta ayuda al trabajador a aclimatarse de forma más paulatina a su vida laboral.
- Dividir los días de vacaciones: ya que, como se ha explicado antes, son más propensas a sufrir síndrome postvacacional las personas que tienen periodos vacacionales más largos, es aconsejable dividir estos a lo largo del verano para hacer la vuelta al trabajo menos abrupta.
- Ver el lado positivo: si se interpreta de forma positiva el fin de las vacaciones, resultará más sencilla. Esto es posible si se evita pensar que el trabajo es una carga y se enfoca desde otra perspectiva.
- Poner el despertador cinco o diez minutos antes: sobre todo los primeros días de readaptación, el salir antes de la cama ayuda a tener más tiempo para ir al trabajo, evitando así prisas y estrés.
- No cargarse de trabajo el primer día: en línea con el truco anterior, para hacer más llevadera la vuelta al trabajo es mejor hacerlo de forma paulatina, poco a poco, ya que así el cambio será más agradable.
- Realizar actividades saludables: finalmente, aunque no sea algo directamente relacionado con el trabajo, hacer deporte y llevar una buena alimentación influye. Por eso, es algo que tampoco se debe descuidar los primeros días de regreso.
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