Gran parte de Estados Unidos y de todo el mundo cruzamos los dedos para que el 8 de noviembre el señor Trump, no resulte elegido como presidente de la mayor potencia mundial. Sus intenciones en cuanto tome el poder son bastante radicales. Por ejemplo, la construcción de un muro que impida la entrada de población mexicana (una de la que más beneficios produce en el país yankee) o la expulsión de refugiados sirios.
El magnate y protagonista de su propio reality ha superado en múltiples ocasiones la línea de lo considerado como políticamente correcto. Sus comentarios homófobos, racistas y machistas han generado el suficiente miedo y odio como para preguntarnos qué más sería capaz de hacer si llega al poder. Por supuesto, solo se nos ocurren cambios negativos para el mundo. Por esta razón, son múltiples los famosos que, públicamente, se han posicionado a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton. De este modo, las masas de gente que estos personajes públicos mueven se decantarán más por Clinton que por Trump.
Algo que tampoco me cabe en la cabeza, es el porqué de que tanta gente, viendo la actitud y los juegos sucios en los debates de Donald, siga pensando que debe ser el nuevo presidente y lo vote. Pues me he dado cuenta de que la razón es muy sencilla: existe demasiada gente como él en el país americano, que defiende los mismos valores de "los hombres a trabajar y las mujeres a fregar" y republicanos recios de ideas fijas que por no votar a los demócratas votan a quien sea, aunque hasta los propios republicanos se posicionen en contra de Trump. Bueno, también están los que se encuentran en una mala posición social o económica y ven en "Don Peluquín" un posible cambio radical de su difícil situación. Por último, se encuentran los blancos sin estudios que esperan que su futuro presidente les de trabajo por el mero hecho de ser blancos. Y no me lo invento yo, lo dicen los resultados de varias encuestas.
Para finalizar y como conclusión, esperemos que el pueblo americano vote con cabeza y que no deje el grifo de billetes del mundo, en manos de alguien con la filosofía y los valores del Mr. Trump porque sino... que Dios nos coja confesados.
Fdo: PABLO, Maristas Ourense
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